La innovación es concepto cuyo sentido ha cambiado mucho a partir del siglo XX, pues pasó de tener connotaciones negativas en los contextos religioso y político a ser el emblema de la sociedad actual, la aparente panacea para la solución de la mayoría de los problemas, y se ha convertido en objeto de estudio por parte de científicos de diversos ámbitos.
El libro describe un panorama de la evolución de este concepto y de su relación con otros conceptos socioeconómicos. Expone el concepto de innovación y muestra cómo, para comprender el concepto, hay que analizarlo desde diferentes perspectivas, ya que se puede innovar de diferentes maneras y no solo desde la tecnología. De hecho, la innovación se considera, esencialmente, un proceso sociocultural en el que el aprendizaje a través de la interacción es fundamental.
Los diversos tipos de innovaciones se estructuran, se relacionan e ilustran con ejemplos para pasar a exponer las estrategias que utilizan las empresas para innovar y las actividades que realizan para llevarla a cabo, así como los factores que las favorecen u obstaculizan.
Se incide en que no sólo innovan las empresas, sino también otros agentes sociales, incluidas las administraciones públicas, para prestar nuevos servicios a los ciudadanos, o para hacerlo de nuevas formas, pero se destaca que quiénes innovan son esencialmente las personas, en unos entornos sociales y culturales que favorecen o dificultan este tipo de procesos.
La innovación afecta sustancialmente al desarrollo económico de los países o regiones y a otros aspectos sociales (empleo, educación, etc.), razón por la cual los gobiernos ponen en marcha políticas para favorecer los procesos innovadores en sus respectivos territorios. Se termina mostrando que asistimos a una explosión de las iniciativas innovadoras y que las tecnologías de la información y de las comunicaciones modifican profundamente las relaciones interpersonales, abriendo las puertas a innovaciones sociales de gran calado.