"Líbrate de vivir tiempos interesantes", decían en la China de la antigüedad, refiriéndose a las épocas de ruptura de la continuidad civilizatoria. Pero nos ha tocado vivir una, y debemos afrontarla lo mejor posible. En tiempos de necesario cambio de nuestras dinámicas sociometabólicas, con el llamado "final de la abundancia" -de recursos energéticos, materiales, de capacidad de sumideros...-, no tiene sentido vivir y proyectar como si todo fuera seguir las inercias que conocemos, porque no va a ser así. La época de incertidumbre en la que vamos entrando en realidad no lo es tanto, hay muchas variables que sí podemos predecir en términos generales, aunque sean realidades no deseables. Ante ello es de gran importancia trabajar la prospectiva -la ciencia de la anticipación-, identificando los escenarios más probables que van a imponerse, para desarrollar nuestras acciones de acuerdo con ellos. Para lo cual es de gran utilidad conocer los fundamentos de la Teoría General de Sistemas, que podemos actualizar en el contexto que nos interesa: un horizonte inmediato y a medio plazo de crisis multifactoriales que van a modificar nuestra sistémica actual en todos sus aspectos.