Reconstrucción de Ucrania
Oksana Udovyk llegó al Instituto INGENIO, centro mixto de la Universitat Politècnica de València (UPV) y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), el pasado mes de octubre, gracias al programa del CSIC de cooperación científica con Ucrania. Hasta entonces, Oksana trabajaba para Naciones Unidas en Kiev, en proyectos vinculados con la innovación. Pero el estallido de la guerra le impidió seguir con este trabajo.
“Quería seguir vinculada a mis estudios sobre innovación y gracias a las becas que impulsó el CSIC para investigadoras de Ucrania, di con el Instituto INGENIO, centro de referencia en mi campo y aquí estoy, en este campus de la Universitat Politècnica de València, muy agradecida de poder trabajar en investigación científica y en temas relacionados con la sostenibilidad y con Ucrania”, ha explicado esta mañana la investigadora durante un encuentro celebrado con Diana Morant, ministra de Ciencia e Innovación, el rector de la UPV, José E. Capilla, y el delegado del CSIC en la Comunitat Valenciana, Juan Fuster.
Los tres han conocido de primera mano las diferentes líneas de investigación que lleva a cabo INGENIO, así como el proyecto en el que está trabajando Oksana, que se centra en la recuperación/reconstrucción “justa, verde y participativa” de ciudades ucranianas. En el proyecto, Oksana cuenta además con el apoyo de otros cuatro investigadores de INGENIO: Guillermo Palau Salvador, Ana Escario Chust, Daniel Cuesta-Delgado y Sergio Segura Calero.
Mapeo de la reconstrucción, visión de Ucrania y neutralidad climática
El proyecto, impulsado y liderado por Oksana, se divide en tres partes: en la primera de ellas, el equipo de INGENIO está trabajando en un mapeo de actores (personas y organizaciones) tanto de Ucrania como de fuera del país involucradas en la recuperación/reconstrucción de las ciudades ucranianas. “Esta parte del proyecto es especialmente importante para que todo aquel/aquella que quiera ayudar en la recuperación, sepa qué se está haciendo ya, para crear sinergias con los que ya están trabajando en este objetivo, evitando así construir algo nuevo desde cero”, ha explicado Oksana.
La segunda parte del proyecto se centra en el trabajo con personas refugiadas ucranianas en dos países de la UE, en concreto España y Suecia. El objetivo es conocer cuál es su visión sobre cómo tienen que ser las ciudades ucranianas, cómo se han de reconstruir para que aquellas personas que como ella salieron del país, tengan ganas de volver.
“Hay que tener en cuenta que casi una cuarta parte de la población ucraniana se vio obligada a huir del país. Por eso, cuando hablamos de reconstrucción, es indispensable conocer cómo quieren, cómo creen que han de reconstruirse las ciudades afectadas por la guerra, con la perspectiva además de haber vivido ya más de un año en estos países europeos”, ha señalado Oksana.
Para obtener toda esta información, la investigadora de INGENIO se apoya también en otras actividades más artísticas, como teatro, para que las personas expresen sus sentimientos de otras maneras, “porque hay cosas que no se pueden expresas en números”.
Pero, además, en su investigación Oksana no solo entrevista a personas de su país, sino también a ciudadanos españoles y suecos, para que den su opinión sobre sus propias ciudades. “Esta investigación también puede ofrecer recomendaciones sobre nuevas políticas y prácticas para el reasentamiento de refugiados en España, Suecia y otros países de la UE. El proyecto permitirá una planificación urbana más inclusiva no solo en Ucrania, sino también en las ciudades europeas”, ha destacado la investigadora de INGENIO.
Finalmente, la tercera parte del proyecto se centra en la recuperación hacia la neutralidad climática (net-zero) y creando consorcios Universidad-ciudad en España, Suecia y Ucrania. “Estamos buscando la posibilidad de centrar este trabajo en el caso concreto de Valencia y Odesa”, ha avanzado Guillermo Palau.
En el encuentro, celebrado en la Ciudad Politécnica de la Innovación, han participado también la vicerrectora de investigación, Belén Picó, el vicerrector de Internacionalización y Comunicación, José F. Monserrat, y la subdelegada del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Raquel Ibáñez, entre otras autoridades.
La UPV y el CSIC, con Ucrania
La Universitat Politècnica de València acoge actualmente a otros nueve investigadores e investigadoras ucranianos que están desarrollando sus trabajos en diferentes institutos y departamentos de la universidad. Sus proyectos se centran en áreas que van desde la tecnología de alimentos, cartografía o machine learning a los biomateriales metálicos, fisiología y desarrollo de plantas o la gestión de proyectos y el márketing industrial.
Además, desde el inicio de la invasión rusa a Ucrania, la Universitat Politècnica de València ha puesto en marcha diferentes acciones paliar la situación de excepcional gravedad que viven las personas afectadas. Y el resultado es un goteo constante en distintos ámbitos: 30.213 euros recogidos en la campaña de micromecenazgo destinados a estudiantes que no pueden volver a su país por la guerra; 512 cajas de material donado; 112 propuestas de acogida a estudiantes o profesoras huidas de la guerra; 20 pisos cedidos para familias ucranianas; 35 voluntarios traductores; 16 alumnas y 7 profesoras refugiadas; 6 ayudas de acción social concedidas por causas sobrevenidas, decenas de escolares ucranianos con plaza gratuita en l’Escola d’Estiu y un par de bebés en la Escuela Infantil
Por otro lado, el programa de becas impulsado por el CSIC con el que Oksana llegó a INGENIO en el campus de la UPV tiene como como objetivo dar apoyo a los investigadores e investigadoras que realizaban su labor en Ucrania y cuya tarea se vio imposibilitada por la guerra que se vive en el país. Las ayudas se destinan a la contratación de investigadores e investigadoras con titulación de doctor, durante un mínimo de 3 meses y un máximo de 2 años, con posibilidad de prórroga.