Andrés Piquer y Arrufat (1711-1772). Un médico ilustrado entre la Universidad de Valencia y la corte.
Aunque son diversos los autores que desde el siglo XVIII hasta la actualidad han realizado incursiones sobre aspectos concretos de Andrés Piquer, estas en absoluto reflejan la complejidad de un personaje sobre el que carecemos de una monografía que ofrezca una visión integral. Se pretende llenar ese vacío historiográfico mediante una revisión que incorpore los diferentes aspectos que conformaron la trayectoria personal, profesional y científica de tan destacado médico ilustrad Ofrecemos, en conclusión, una visión actualizada de la vida, la obra y la trayectoria profesional de este destacado médico ilustrado que desde la Universidad de Valencia sería elevado a la condición de médico de cámara del Palacio Real. Por eso, atendemos también al influjo de su relación con el ilustrado valenciano Gregorio Mayans; a la dimensión del eclecticismo en su doctrina médica; a la repercusión del pensamiento de Syndenham; y a los modelos de su particular hipocratismo. Hemos querido profundizar en el contenido de dos de sus obras que son centrales en su aportación médica, la edición de Las epidemias de Hipócrates y el Tratado de las calenturas, que pese a su enorme significación no habían merecido la debida consideración hasta el momento. Un análisis que completamos con el de dos tipos de escritos muy característicos de Piquer, las polémicas y los dictámenes sobre salubridad. De manera especial, hemos entrado en el análisis de la asistencia en su enfermedad, sucesivamente, a la reina Bárbara de Braganza, Fernando VI y María Amalia de Sajonia, con particular atención al contenido de los informes que emitió sobre las mismas y su valoración El discurso que realizó sobre la enfermedad y muerte del rey Fernando VI es magnífico y ha pasado a la historia de la medicina, así como de la Psiquiatría.
Como conclusión final diremos que hemos profundizado e investigado en la vida y obra de Andrés Piquer, médico y filósofo y máximo representante de la actitud científica que arraigó en el siglo XVIII y heredero de los primeros novatores valencianos.